Hay múltiples versiones sobre los orígenes de la serigrafía. Este sistema de impresión es milenario y unos dicen que se remonta a la antigua China, en la que utilizaban cabellos de mujer entrelazados a los que les pegaban papeles, formando dibujos. Posteriormente se cambió el material por la seda, de ahí proviene su nombre: sericum (seda, en latín) graphe (escribir, en griego).
Otros dicen que las primeras impresiones serigráficas fueron realizadas por los nativos de las Islas Fidji, en el año 3000 a.C., en las que se utilizaban hojas de plátano agujereados para la distribución de las tintas. El origen de este tipo de impresión también podría ser japonés, ya que los nipones tensaban las plantillas con cabellos de mujer hasta que las cambiaban por bambú. Además, ellos fueron pioneros en la utilización de cinco colores en la impresión en serigrafía.
En las cavernas españolas de la cordillera de los Pirineos también se han encontrado un centenar de dibujos realizados con esta técnica. Por otro lado, los egipcios utilizaron la serigrafía para la decoración de murales y el diseño de interiores de templos y pirámides.
La técnica de impresión por serigrafía se desarrolló a partir del siglo XX. Con plantillas y marcos tensados por grapas, se arrastraba la tinta para permitir la reproducción de las imágenes en el soporte. En 1924, en Inglaterra, surgió el primer taller utilizando este método con fines comerciales, la Selecta de Londres. Sus trabajos tuvieron mucho éxito en Europa Central, mientras que en los Estados Unidos la serigrafía en serie avanzaba mucho.
Durante la Segunda Guerra mundial, la serigrafía también fue utilizada para la marcación de material bélico. A mediados del siglo XX, la técnica se había masificado hasta el punto de desarrollarse en áreas del arte y de la publicidad, siendo la marca de artistas como Andy Warhol.
En la actualidad, el estilo ha evolucionado y logra una calidad de impresión en gran variedad de aplicaciones. En Casbe somos especialistas en serigrafías de cristal y porcelana, todo para hacer que tus productos sean únicos.